lunes, 23 de marzo de 2009

Boceto de historia para el Chan

Aquí les tengo el boceto de mi historia para la historieta del Chan.

Obviamente aún esta en ese estado: de boceto, y está sujeta a revisiones y cambios, pero en general esta es la idea.

Lo que sigue serán los bocetos, y [aunque Jorge nos dijo que primero se tiene que hacer] la hoja del personaje [¡ups!]. Pero en cierto modo esta historia es una historia del personaje del Chan, pues mi interpretación de su historia y sus orígenes.

En fin, esta es la historia:




“En el fango del tiempo”
Boceto de narración para una interpretación de la leyenda del Chan del Agua
Por Hermes Alvarado

Capítulo I
Un niño vive en una antigua comunidad perdida en la selva maya. Este niño es raptado y su madre asesinada, por un grupo de cinco hombres con vestimentas que alguna vez fueron nobiliarias, pero ahora se notan rotas y desvaídas.
Los hombres son “científicos” y en un abandonado templo en lo alto de una pirámide, experimentan con la vida y la muerte, tratando de crear formas híbridas, uniendo humanos con diversos animales, en la búsqueda de crear un humano divinizado. Pero los experimentos no han rendido frutos y el niño entrará a formar parte de dichos experimentos.
El niño es sometido a horribles procedimientos con el fin de transformarlo. El experimento final con él consiste en abrirle el pecho e injertarle un corazón de reptil, pero en ocasiones anteriores los experimentos han sido fallidos, dando como resultado la muerte de los sujetos de los experimentos.
Por alguna causa que desconocemos el experimento funciona con el niño, y éste comienza a mutar y sus impulsos se comienzan a tornan animales. Aún es bastante joven, pero comienza una lucha interna: entre su moralidad y sus impulsos recién adquiridos. Enjaulado en un rincón del templo derruido el niño gradualmente va perdiendo su humanidad y se va transformando en otra cosa: el Chan.
Finalmente el Chan mata a sus captores y huye internándose en la selva.
A medida que crece su necesidad de agua, el Chan se muda a un cenote, donde es descubierto por sacerdotes mayas en rituales habituales en dicho lugar.
El Chan se transforma entonces en un dios. El dios serpiente del agua. Le ofrecen sacrificios humanos: niños, doncellas, prisioneros de guerra, etc. Lo alimentan de sangre y de orgullo. El Chan se torna enorme y monstruoso con la sangre de sus víctimas, y se vuelve despiadado y cruel con la adoración de un pueblo que lo cree un dios.
Pero la civilización maya muere, y el Chan no. El Chan sólo madura. ¿Cuánto tarda? Años, siglos. El discurrir del tiempo se ve alterado en la figura del Chan, tal vez como un efecto secundario de la hibridación el Chan es casi inmortal y su percepción del tiempo ha sido alterada.
El Chan permanece en los territorios mayas, ahora desiertos. Entre templos derruidos y edificios devorados por la marea verde de la selva, el Chan vaga completamente solo durante un tiempo incontable. Solamente puede alimentarse de animales, pero el Chan quiere sus sacrificios, la carne y la sangre humanas. Así que se remonta hacia el norte a través de los cuerpos de agua, buscando.
El Chan se desplaza por territorios desconocidos, conociendo sed y hambre, deslizándose entre las aguas menos abundantes del norte. Pero el Chan encuentra sangre humana, y la encuentra en otra cultura que ha remplazado a la anterior: una cultura de un dios sangrado y martirizado, una cultura que quizás le brinde los sacrificios que el Chan necesita.
Pero todo ha cambiado. El Chan se presenta ante los sacerdotes del nuevo culto, como un dios, terrible y sangrante, pero aquéllos huyen aterrorizados. El Chan no es más un dios, el Chan es ahora un demonio y ahora es perseguido, así que debe esconderse.
Desde entonces el Chan vive en la sombra, ocultándose en lugares de agua, en las orillas fangosas de ríos y lagunas del bajío, capturando furtivamente a sus incautas víctimas.

Capítulo II
Dos mujeres lavan la ropa a la orilla de un río. Ríen y cantan y el agua borbotea suavemente.
Una figura oculta las vigila. Lleva días vigilándolas cada que van al río, mimetizado a veces como tronco muerto o como árbol seco, permanece inmóvil por horas mientras las mujeres ignoran por completo su presencia.
Pero hoy es diferente. Concentradas en su trabajo las mujeres pierden la noción del tiempo hasta que el sol casi se pone. Una apura a la otra, de pronto asustada, pues sabe que es peligroso estar hasta tarde tan cerca del río.
Un repentino viento frío sopla en la escena, preámbulo de una fría noche, y en un remanso fangoso del río se remueve algo indefinible. Ese algo va creciendo y sobresale del suelo como una columna de lodo, un antiguo Golem de arcilla que crece amenazante y va tomando forma. De algún lugar unas ranuras se abren revelando un par de ojos malignos, y una tercera ranura se revela como un desfile de colmillos, ávidos de sangre.
Con un alarido, una de las mujeres se percata de la presencia del Chan del Agua y, aunque sabe que no hay escapatoria, huye despavorida. La segunda mujer tarda un poco más en reaccionar, pero igualmente echa a correr en dirección al pueblo.
Pero efectivamente es demasiado tarde. El Chan pasa de la inmovilidad a la acción y se convierte en un relámpago letal. Para sorpresa de la segunda mujer, más rezagada, el Chan la pasa de largo, abalanzándose sobre la primera. Tal es la violencia del ataque, que el cuerpo de la mujer se convierte en un destello rojo y cae despedazada ante los ojos de la otra mujer, que a su vez cae de bruces.
El Chan se desplaza entonces lentamente hacia la segunda mujer, que, paralizada de terror yace indefensa a sus pies. El Chan le desgarra las ropas y la piel y violentamente la hace suya: el demonio de deseos humanos, la aberración de un acto carnal imposible.

Capítulo III
A un niño le hacen burla en la escuela. Es diferente a los demás, demasiado diferente. Su piel de tintes verdosos brilla inusualmente ante la luz y las rendijas de sus ojos y sus narinas le confieren un aspecto grotesco, casi reptílico.
Lo llaman hijo del Chan y eso lo deprime. Él quisiera ser igual a los demás, pero no puede, no encaja, su madre ni si quiera lo toca.
Condenado a la burla y el rechazo el niño vaga por el camino solitario que lleva de la escuela a su pueblo y siente otra vez esa presencia, tan escurridiza y misteriosa, tan antigua e inhumana. Siempre lo ha perseguido, desde que se acuerda que jugaba solitario en el traspatio de su casa y su perro ladraba incansablemente hacia la nada.
Pero esta vez ha decidido que debe saberlo, que debe desenmascarar la verdad. El niño se detiene en medio del camino desierto y cierra sus ojos. Con sentidos inhumanamente más extendidos siente la presencia misteriosa. Ahora se ha parado y lo observa con curiosa atención.
Entonces el niño abre los ojos y ante él se despliega el espectáculo más horrendo que haya visto. El demonio del agua, el Chan antiguo y corrupto espera inmóvil ante él. Su primer instinto es dar la vuelta y correr, pero el miedo no lo deja, le atenaza las piernas.
Durante lo que parece una eternidad, Chan y niño permanecen inmóviles uno frente a otro, hasta que las capas de los siglos se van disolviendo entre ellos, y ambos comprenden. El monstruo-humano jamás volverá a ser humano, ha pasado demasiado tiempo del punto de retorno. El niño-monstruo jamás será monstruo, aunque su sangre corra por sus venas, jamás podrá devorar a sus semejantes y quizás gradualmente retorne a lo humano.
Ambos no pueden coexistir, son de distintos universos, de distintos tiempos. Son los extremos opuestos de la aberración. Así que el Chan salta sobre el niño, sobre su hijo, y lo destroza y lo devora.
Sólo podrá existir un Chan hasta el fin de los tiempos.





Nuevamente les repito que es un boceto y está sujeto a modificaciones, además de que acepto gustoso comentarios que quieran hacerme al respecto. El título también es tentativo.

Aún no estoy seguro si la narrativa irá en ese orden. Finalmente son tres capítulos y me gustaría conbinarlos de forma cronológicamente alterada, interrumpiendo la narración para saltarme a los demás capítulos y luego regresar a donde me había quedado y continuar de ahí la historia, etc.

Los siguientes pasos serán los bocetajes de personajes y las hoja de historia de los mismos.


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Oigan y ¿qué pasó compañeros, nadie más se anima a publicar? Sólo hemos publicado Toño, Ezequiel y yo... a ver si se ponen las pilas, ;P

Saludos y seguimos sintonizados.

2 comentarios:

  1. A ver qué nos dice Rox de tu texto, a mí de entrada me parece muy interesante y creo que en el formato de comic se le podrá sacar mucho jugo. Me gusta mucho el inicio (ya hasta me lo imagino), aunque no se si el hecho de que su origen sea maya cause controversia, pues se supone que uno de los objetivos del taller es rescatar leyendas originadas en la región. Veamos qué dicen los demás.

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  2. Gracias y creo que tienes razón en cuanto a lo del origen del presonaje. Quizás podría trasnportarlo geografica y culturalmente hacia un lugar más cercano, pero creo que si su origen fuera maya sería bastante impresionante, me imagino los sacrificios humanos, o la figura del Chan sobre un templo maya recortado contra el cielo rojo de la tarde...

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